justleros: more than nonsense / más que disparates

A double standard

A Revised Common Lectionary resource for November 26

by Magdalena I. García

A mural of a double-eyed face in Chicago’s Pilsen neighborhood invites us to consider the double standards in our world which the Gospel denounces. / Un mural de un ser con ojos dobles en el vecindario de Pilsen, en Chicago, nos invita a considerar los dobles estándares en nuestro mundo que el Evangelio denuncia. Photo by Magdalena I. García

And the king will answer them, ‘Truly I tell you, just as you did it to one of the least of these who are members of my family, you did it to me.’ – Matthew 25:40

Read the full lectionary passage here

“I was hungry and you gave me food,” Jesus said.
Like the millions of working poor in our world
who lack nutritious food,
while grain monopolies and food wastage continue to grow.

“I was thirsty and you gave me something to drink,” Jesus said.
Like the millions of working poor in our world
who lack safe drinking water,
while the contamination of seas, lakes and rivers continues to grow.

“I was a stranger and you welcomed me,” Jesus said.
Like the millions of working poor in our world
who lack adequate protection,
while forced displacement and the criminalization of migrants continue to grow.

“I was naked and you gave me clothing,” Jesus said.
Like the millions of working poor in our world
who lack fair wages,
while multinational corporations that kill local economies continue to grow.

“I was sick and you took care of me,” Jesus said.
Like the millions of working poor in our world
who lack basic health care,
while medical technology and health-industry profits continue to grow.

“I was in prison and you visited me,” Jesus said.
Like the millions of working poor in our world
who are detained and incarcerated,
while the violation of human rights and the propagation of private prisons continue to grow.

Forgive us, God of the least of these,
for our eagerness to classify our brothers and sisters,
and to judge them with a double standard
for circumstances beyond their control,
while we hoard the goods that you intended to be shared
and engage in practices that wreak havoc in your world.

Remind us, God of the poor
whom Jesus fed, healed and liberated,

that it is by attentiveness to those who are suffering
that we honor your image and your ways,
and that we attain the abundant life
that you desire for all your creatures since the creation of the world.

Magdalena I. García is a PC(USA) Minister of Word and Sacrament and a hospice chaplain for Vitas Healthcare in Chicago. She is a graduate of McCormick Theological Seminary and a recipient of the 2008 PC(USA) Women of Faith Award. Her personal blog is justleros.blogspot.com. Permission is given to use the content in worship with credit to the author and blog. For permission to re-print through other means, please write to magdalenagarcia@comcast.net.


Un doble estándar

Un recurso para la liturgia dominical del 26 de noviembre

por Magdalena I. García

Y el Rey les responderá: ‘De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron’. – Mateo 25:40

Lea el pasaje completo aquí

“Tuve hambre, y ustedes me dieron de comer”, dijo Jesús.
Como los millones de trabajadores pobres en nuestro mundo
que no tienen alimentos nutritivos,
mientras que los monopolios de semillas y el desperdicio de comida siguen aumentando.

“Tuve sed, y me dieron de beber”, dijo Jesús.
Como los millones de trabajadoras pobres en nuestro mundo
que no tienen agua potable,
mientras que la contaminación de los mares, lagos y ríos sigue aumentando.

“Fui forastero, y me recibieron”, dijo Jesús.
Como los millones de trabajadores pobres en nuestro mundo
que no tienen protección adecuada,
mientras que el desplazamiento forzado y la criminalización de migrantes siguen aumentando.

“Estuve desnudo, y me cubrieron”, dijo Jesús.
Como los millones de trabajadoras pobres en nuestro mundo
que no tienen una paga justa,
mientras que las corporaciones multinacionales que matan la economía local siguen creciendo.

“Estuve enfermo, y me visitaron”, dijo Jesús.
Como los millones de trabajadores pobres en nuestro mundo
que no tienen cuidado de salud básico,
mientras que la tecnología médica y las ganancias de la industria de la salud siguen creciendo.

“Estuve en la cárcel, y vinieron a visitarme”, dijo Jesús.
Como los millones de trabajadoras pobres en nuestro mundo
que no están detenidos y encarcelados,
mientras que la violación de los derechos humanos y la propagación de las prisiones privadas siguen creciendo.

Perdónanos, Dios de los más pequeños y las más pequeñas,
por nuestro afán de clasificar a nuestros hermanos y hermanas,
y de juzgarles con un doble estándar
por circunstancias que están fuera de su control,
mientras que acaparamos los bienes que tu pretendes compartamos
y adoptamos prácticas que causan estragos en tu mundo.

Recuérdanos, Dios de los pobres
a quienes Jesús alimentó, sanó y liberó,

que es al prestar atención a las personas que sufren
que honramos tu imagen y tus caminos
y que alcanzamos la vida abundante
que tú deseas para todas tus criaturas desde la creación del mundo.

Magdalena I. García es Ministra de la Palabra y los Sacramentos en la IP(EUA) y capellana de hospicio para Vitas Healthcare en Chicago. Se graduó del Seminario Teológico McCormick y recibió el Premio a las Mujeres de Fe de su denominación en el 2008. Su blog personal es justleros.blogspot.com. Se concede permiso para usar el contenido en la adoración dando crédito a la autora y al blog. Para reproducir por otros medios, escriba a: magdalenagarcia@comcast.net.