Build up the body of Christ. Support the Pentecost Offering.

Ministrar en los márgenes en Madagascar

Las donaciones a la Ofrenda de Testimonio Global y de Paz contribuyen a detener la trata de seres humanos y la explotación infantil

por Emily Enders Odom

Rose

LOUISVILLE – Siendo apenas una niña, Rose ya se había casado, dado a luz y perdido un hijo a la edad de 15 años.

Al descubrir que estaba embarazada sólo cuatro meses después de su boda tradicional malgache, la alegría de Rose por el nacimiento de su hijo se convirtió rápidamente en tristeza.

“Mi bebé murió a los 10 días”, dijo.

Un angustioso mes después, los suegros de Rose le exigieron que se fuera de casa y solicitara la separación de su hijo. Porque según sus creencias y las costumbres imperantes en su Madagascar natal, si un bebé muere antes de cumplir un mes, es que no ha tenido una buena madre.

“Incluso las gallinas pueden cuidar de sus hijos más allá de un mes”, recuerda Rose. “Eso significa que no soy tan brillante como una gallina”.

Abrumada y abatida por haberlo perdido todo, Rose se refugió en los clubes nocturnos y discotecas de Madagascar.

“No me gusta esta vida”, dijo. “Soy como una prostituta; pero necesitaba huir de mi tristeza”.

Fue allí donde la reverenda Helivao Poget la encontró.

Profesora de misionología en la Facultad de Teología Ambatonakanga de Madagascar, Poget también es directora del ministerio para personas marginadas (SAFFIFAA) en la Iglesia de Jesucristo en Madagascar (FJKM), uno de los aliados globales de la Misión Mundial Presbiteriana.

El llamado de Poget a poner fin a la trata de personas en Madagascar y a la explotación de niños en todo el mundo es posible, en parte, gracias a las donaciones a la Ofrenda de Testimonio Global y de Paz, que tradicionalmente se recibe el Domingo de la Comunión Mundial, que este año cae el 1 de octubre.

La Ofrenda de Testimonio Global y de Paz es única en el sentido de que la mitad de ella se destina a esfuerzos de labor de paz y testimonio global a nivel de la iglesia nacional para abordar problemas críticos en todo el mundo. Veinticinco por ciento es retenido por las congregaciones para el trabajo local de paz y reconciliación, y 25% va a los concilios intermedios para ministerios similares a nivel regional.

A teacher of missiology at Madagascar’s Faculty of Theology Ambatonakanga, the Rev. Helivao Poget also serves as director of ministry to marginalized people (SAFFIFAA) at the Church of Jesus Christ in Madagascar (FJKM), one of Presbyterian World Mission’s global partners. (Contributed photo)

En su trabajo con los marginados de Madagascar, Poget suele preguntar a los niños y niñas: “¿Qué puedes comprar en el mercado?”. Entonces les dice: “¡Los niños y niñas no se venden!”.

Una de ellas, Rose, conoció a Poget en el año 2009, a la edad de 17 años.

“Rose se sentó en la playa, mirando el bonito océano azul, en un lugar llamado La Pointe, donde la gente cruza en canoa el canal entre Îles aux Nattes, la isla de la que ella es originaria, y la ciudad de Sainte Marié”, recuerda Poget. “Cuando mi colega y yo empezamos a compartir con ella, Rose dijo que le gustaría ir a algún lugar, a cualquier lugar, lejos de Îles aux Nattes. Cuando le pregunté por qué quería dejar una isla tan bonita, donde los turistas gastan mucho dinero para disfrutar de la playa y la naturaleza, Rose se limitó a sonreír al decirnos que a ellos también les gusta disfrutar de las mujeres”.

Después de que Poget y su colega escucharan la historia de Rose y oraran con ella, aceptó seguirles hasta su casa, donde finalmente pudo dar un giro a su vida.

Hoy Rose ayuda a otros a salir de la plaga de la trata de seres humanos.

“Se convirtió en nuestra primera colega en rescatar a adolescentes del ambiente de las discotecas”, afirma Poget.

Poget no es la única que lucha por evitar la explotación infantil. Entre los muchos aliados y voluntarios en los que confía para que se unan a ella en la lucha contra la trata de seres humanos se encuentran funcionarios escolares, líderes eclesiásticos, juveniles y comunitarios, y funcionarios de protección de menores.

“Los/as colaboradores/as misioneros/as de IP (EE. UU.) también colaboran con nosotros/as visitando nuestras actividades, compartiendo ideas y proporcionando materiales y apoyo”, añadió. “Los enlaces regionales de IP (EE. UU.) vienen a ver nuestro trabajo sobre el terreno, nos ayudan regularmente a redactar nuestros proyectos y nos asesoran también de muchas otras maneras”.

Y la relación y el beneficio mutuo son recíprocos.

En el 2013 y el 2022, Poget recorrió por Estados Unidos como hacedora de paz internacional, un programa patrocinado y coordinado por el Programa Presbiteriano de Labor por la Paz. Cuando hablaba ante concilios y congregaciones, solía hacer hincapié en las similitudes del problema de la trata de seres humanos entre Estados Unidos y Madagascar.

“Helivao es una pastora que ha centrado su ministerio en la capellanía de calle y en estar con los marginados de la sociedad malgache, recordándonos nuestra llamada a ser una Iglesia Mateo 25“, dijo el Rvdo Carl Horton, coordinador del Programa Presbiteriano de Labor por la Paz. “Su sensibilidad cristiana es inspiradora y motivadora. Cada vez que la gente escucha sus historias, se siente desafiada a ver sus comunidades a través de un prisma de posibilidad. Muy a menudo pensamos que estos problemas son demasiado grandes para nosotros o para la Iglesia, pero Helivao nos muestra una compasión y una preocupación encarnadas, que estamos juntos en esto y que absolutamente podemos hacer todas las cosas a través de Cristo, que nos fortalece”.

A principios de este año, Poget participó en un seminario de estudios sobre viajes copatrocinado por el Programa Presbiteriano de Labor por la Paz y la Misión Presbiteriana Mundial, en el que los participantes aprendieron sobre las causas profundas y los retos actuales de la migración forzada y el tráfico de mano de obra.

“Durante el seminario de estudios sobre viajes, la pastora Helivao vio a emigrantes sentados sobre cartones y quiso estar con ellos, igual que Dios está con nosotros a través de las muchas pruebas de la vida”, dijo Horton. “La pastora Helivao encarna el ir allí donde está la gente, que es en lo que consiste el acompañamiento. ¿Cómo acompañamos a nuestros hermanos y hermanas para mostrar que la Iglesia camina con ellos y ellas? La Ofrenda de Testimonio Global y de Paz hace posible que ‘estemos’ los unos con los otros”.

Tanto para Poget como para Horton, ésa es la clave.

“A través de la Ofrenda de Testimonio Global y de Paz, podemos llegar a vidas mucho más allá de nuestro alcance individual”, afirmó Horton. “Nos recuerda que no estamos solos. Estamos juntos en este ministerio de testimonio global y de paz”.


Creative_Commons-BYNCNDYou may freely reuse and distribute this article in its entirety for non-commercial purposes in any medium. Please include author attribution, photography credits, and a link to the original article. This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDeratives 4.0 International License.

  • Subscribe to the PC(USA) News

  • Interested in receiving either of the PC(USA) newsletters in your inbox?

  • This field is for validation purposes and should be left unchanged.


Categories: