Ciclo de la Vida

Una carta de Mark Hare y Jenny Bent, sirviendo en la República Dominicana y Haití

Abril 2018

Hola Compañeros y Compañeras,

Como Uds. se acuerdan, Mark, Keila, Annika y yo servimos con la Iglesia Evangélica Dominicana (IED) en la República Dominicana, promoviendo y apoyando su programa de Evangelismo Comunitario de Salud. Parte de nuestro trabajo es entrenar a las personas interesadas en técnicas de educación y desarrollo participativo, incluyendo fomentando intercambios entre las comunidades, pero también estamos aquí para acompañar a las que están iniciando programas de ECS en su comunidad. Quiero compartir aquí un vistazo de los logros de dos jóvenes trabajando con ECS en su Barrio de Casandra.

Bellanira y Andreina son dos jóvenes que viven en el Barrio Casandra aquí en la ciudad de Barahona. Las dos son miembros de la Iglesia Evangélica Dominicana local de su barrio (la Tercera Iglesia IED de Barahona). Ambas muchachas tienen 25 años de edad, son estudiantes universitarias, así como entrenadoras y promotoras de la estrategia de Evangelismo Comunitario de Salud (ECS) en su comunidad.

Bellanira estudia Biología con mención en educación y Andreina estudia enfermería en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (U.A.S.D.). Además de liderar en el programa local de ECS, coordinan un proyecto de agua que abastece del preciado líquido a cierto número de habitantes de la comunidad del Barrio Casandra. Bellanira también apoya en la escuela dominical y participa en los encuentros de jóvenes cada sábado en su iglesia. Sobra decir que tengo mucho aprecio y admiración por estas muchachas, por su dedicación al bienestar de su comunidad, su iglesia y sus familias. Desde ahora darán cuenta que son jóvenes muy ocupadas, además de ser muy inteligentes y lindas personas.

Cada lunes me reúno con Bella, Andreina y la Pastora Belkis Matos. La Pastora es líder de una iglesia pentecostal del barrio. Ella es parte del comité que maneja el programa de agua junto con las jóvenes y no hace mucho, se interesó mucho en el proceso de ECS después de Bellanira invitarla en unos talleres. Nuestras reuniones inician por lo general con una devocional, un canto y luego tocamos la agenda del día. Mi trabajo es facilitar la organización de actividades que ellas han puesto como meta para realizar en la comunidad. Ciertamente siempre llego a la reunión con más preguntas que ideas. Es dentro de la reunión que las ideas emergen. Hay días en que tengo una visión clara hacia donde quiero que se dirija la reunión, pero raramente esto ocurre como yo quiero. Me ha pasado a menudo que la visión que yo traigo debe de sentarse en la segunda línea, porque también Bella, Andreina y la Pastora Belkis traen unas ideas con su propia energía única. Mi deber es reconocer la creatividad y hacerla crecer en el instante que se presenta. Es un estado reciproco y se requiere de practica desarrollarlo.

Esta misma dinámica y sensación lo experimento con mis hijas, al trabajar con ellas educándolas en casa. Ellas me enseñan tanto así como Bella, Andreina y Pastora Belkis. Esta es la belleza de Evangelismo Comunitario de Salud, porque pone en práctica un proceso en donde todos somos simultáneamente estudiantes y profesores de la vida. El aprendizaje se construye a partir de las experiencias colectivas y cotidianas que cada uno traemos al círculo. Es un proceso participativo y popular que ayuda al autodescubrimiento del ser humano en su realidad actual. Empodera, construye la resiliencia y celebra la dignidad de las mujeres, niños(as), ancianos(as) y hombres.

Un ejemplo que describe este proceso es la actividad de la “Elaboración de cargadores para Bebes con las Mamas del Barrio Casandra.” En esta actividad Bellanira, Andreina y Pastora Belkis reunieron a diez madres de la comunidad. Dos días antes de la actividad habían invitado y orientado a las mujeres para traer consigo una sábana para armar su cargador. El programa de la actividad fue organizado y dirigido por Bella y Andreina. La pastora Belkis facilitó la reflexión Bíblica basado en Salmos 127:3 y Lucas 11:27……, y Bellanira hizo la demostración de cómo elaborar el cargador. Lo más lindo de todo es que las mujeres se presentaron al taller con sus bebes, desde el más tierno de 11 días de nacido hasta la edad de 3 años. Cada mamá tuvo una oportunidad de elaborar un cargador y probar la eficacia de este con los bebes presentes. Se sentía un ambiente de confianza, contentura y hermandad.

Andreina facilitó la conversación de las mujeres y compartió las ventajas del cargador sobre todo porque esta presta la posibilidad de tener las manos libres para realizar otras labores en la casa: de caminar distancias y tener a tu bebe cerca todo el tiempo; de proteger al bebé del sol y del viento; de dar abrigo; y de dar seguridad. Así también el bebé siempre está cerca del seno para ser amamantado lo cual fortalece el vínculo afectivo y muchas ventajas más.

Una madre con experiencia compartió su vivencia cotidiana de la crianza de bebes. Ella dijo que las madres dominicanas por lo general dejan a sus bebes en la cama o en el suelo sobre un cobertor para que ellas puedan atender a las labores de la casa, aunque el bebé llore. La creencia es que los bebé se “añoñan” o se mal acostumbran si se les carga por mucho tiempo. Sobre esto Andreina respondió diciendo que a ella no le parecía bien esta práctica porque según ella, es una forma de enseñarle al bebe desde muy tierno a suponer que hay otras cosas más importantes que su persona. Mark, mi esposo dijo, “el bebé no sabe, ni conoce nada más que la necesidad afectiva de su madre y si ella es la primera persona en hacerle experimentar abandono, esto es lo que va aprender desde muy temprano.”

Por supuesto que preparamos un refrigerio para las mujeres y una sorpresa para Bellanira. Habíamos comprado un bizcocho como motivo del natalicio de Bellanira y celebramos entre sonrisas y llantos de bebes, los años cumplidos y las experiencias que nos trae cada día.

¿Qué es lo que haríamos diferente en un próximo taller? A mi parecer invitaríamos a más hombres y padres de familia. En la próxima reunión les preguntaré a mis compañeras del Barrio Casandra.

Los recursos que utilizamos en este taller fueron mínimos; unas sábanas, un texto bíblico, una iglesia humilde en la comunidad, el ánimo de Andreina, Bella y Pastora Belkis, la participación de las madres y sus bebes y el conocimiento y las experiencias de todas(os) presentes. De mi parte aporté un laptop para presentar un video sobre el cuido de los bebes, un proyector y algunos trifoliares sobre cómo nutrir bien a su bebe. De esto se trata Evangelismo Comunitario de Salud, usar los recursos locales y hacer una enseñanza integrando nuestra realidad cotidiana con nuestra necesidad profunda para lo espiritual.

Ustedes, desde sus hogares, sus iglesias y sus comunidades han aportado y apoyado al proceso de Evangelismo Comunitario de Salud aquí en Barahona y en otras partes de la República Dominicana. Espero que esta historia les anime a seguir acompañándonos y apoyándonos en este camino. El Señor Dios nos llama a ser testigos y coparticipes de su creación. ¡Que sigan siendo parte de esa obra, dondequiera que Uds. se encuentren!