Reflexionando sobre 8 Años de la Red Uniendo Manos El Salvador
De Doris Evangelista | ARUMES
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Doris speaks to the media. Photo courtesy of ARUMES.En septiembre del 2011 decidí renunciar a mi trabajo, dándome tiempo para buscar uno nuevo, encontré una oferta muy buena, y en ese proceso estaba cuando yo escuche que la Red Uniendo Manos El Salvador buscaba una persona que coordinara su trabajo, al llegar a la entrevista con la red y conocer su programa me enfrente a una lucha tan difícil de corazón y cerebro porque sabia desde el primer momento que algo así era lo que buscaba, pero no ganaría lo que el otro trabajo me ofrecía ; oré, di un paso de fe y acepté.
Empecé a trabajar con la Red unos meses a medio tiempo, sin oficina, sin vehículo, sueldo bajo y horas largas de trabajo, pensaba solo por unos meses, pero ya llevo 8 años aquí.
Antes de empezar la posición, yo tenia 31 años de experiencia trabajando en comunidades y con educación en docencia y desarrollo local pero no contaba con mucha experiencia en incidencia. Con muchas ganas de aprender decidí emprender el reto y trabajar con JH por Justicia y Paz en El Salvador.
Doris stands outside a church wall where the words are written “With these people its not difficult to be a good pastor.” Photo credit Valery Nodem.
Decidí hacer esto porque Jesús nos llama a abogar por los pobres, no olvidar a la viuda y huérfano, visitar al enfermo, dar pan al hambriento y cubrir al que esta desnudo. Estos son frases bíblicas que las conocemos pero no actuamos para cambiarlas . Son frases que cruzaron en mi cabeza desde que era una niña, porque cuando tenia 4 años de edad falleció mi padre por una neumonía. Si solo hubiéramos tenido el dinero para comprar sus medicinas no hubiera muerto. Soy la número 7 de 8 hermanos, mi hermana y hermano mayor de 16 y 14 años comenzaron a trabajar y mi mama trabajaba como empleada domestica en casas particulares.
Hemos ido a la iglesia desde que tengo memoria. Vi a mi madre viuda y hermanos trabajar para que no nos faltara la comida en la mesa, éramos pobres y huérfanos y nunca vi a la iglesia visitarnos para ayudarnos, en medio de todo eso, Dios nunca nos abandonó. Mi abuela y madre dos mujeres de oración que nos enseñaron el poder activo de la fe que nos mantuvo vivos. Nunca nos faltó casa, comida y abrigo, fuimos una familia feliz con todas las limitantes de una familia pobre que logró salir adelante.
La Red Uniendo Manos no hace proyectos de casas, puentes o calles, no tenemos una foto que mostrar donde se pueda ver lo que hacemos, sin embargo la red construye ideas con las personas en las comunidades. Capacitamos personas a nivel nacional para que puedan alzar su vos y exigir sus derechos. Trabajamos en sensibilizar con el tema de los pesticidas y como nos afectan en todos los sentidos de la vida.
ARUMES, la Red Uniendo Manos de El Salvador, es una organización diferente a todas las demás. Enfocarnos en una agricultura libre de pesticidas como tema de campaña es un gran reto, abogar por los mas desprotegidos, ser su voz y ser su guía. Enfocarnos es incidir en políticas publicas, construir propuestas de ley que favorezcan a la población mas vulnerable de todo el país no ha sido fácil, pero lo hemos hecho.
La lucha contra pesticidas es un tema de poder económico a nivel mundial. Las corporaciones hacen ganancias excesivas de la venta de pesticidas mientras. los pacientes renales debido a ser expuestos a pesticidas toxicas no cuentan con los medicamentos que necesitan.
An ARUMES banner which reads “For an Agriculture free from Agrotoxins.”
Acompañar comunidades donde sus derechos a una vida saludable han sido violentados, donde sufren enfermedades causadas por los pesticidas que las avionetas fumigan en las plantaciones de caña. Son comunidades pobres olvidadas en donde muchos mueren a pausas por no tener acceso a tratamientos adecuados a tiempo. Como Red visitamos a las viudas, huérfanos y oramos por ellos. No damos comida pero apoyamos con asistencia técnica para que las familias pobres cultiven alimentos sanos.
Hay mucho mas por hacer, estoy consciente que los desafíos son fuertes. Las campañas de los partidos políticos que son los tomadores de decisión son financiadas por las mismas empresas que son dueñas de las plantaciones de la caña y otras empresas explotadores de agua. Los ambientalistas son perseguidos en Guatemala, Honduras y otros países y estamos en riesgo de ser perseguidos aquí como luchamos contra gigantes, pero seguiremos caminando confiando que la justicia prevalecerá.
A pesar de todos los desafíos, muchas mas comunidades están haciendo denuncias y exigiendo soluciones a los problemas que enfrentan. Se suman y apoyan el trabajo de la red, hay mas conciencia y sensibilidad en las personas afectadas directas en participar activamente en las actividades de incidencia, otras organizaciones suman esfuerzos para unirnos en un solo bloque de lucha. Vemos ahora muchos frutos y vemos a las comunidades afectadas siendo protagonistas de estos cambios que lo veían como una ilusión pero con la Red se capacitaron para la acción y ellos están activos y manteniendo sus problemas en la agenda de los medios de comunicación.
Viviendo por la guerra de 12 años en El Salvador me dio un entendimiento de la injusticia y la falta de seguridad. Trabajar para la Red Uniendo Manos, PCUSA cambió mi perspectiva de Justicia y Paz. He tenido momentos donde he llorado y me han faltado fuerzas, pero nunca he dejado de tener fe y creer que lo que hemos logrado en estos 8 años ha marcado una diferencia en este país.
Reconozco ahora que la Paz y la Justicia no se logran con ruido de metralla, sino que se alcanzan con la lucha consciente y constante, caminar, acompañar y alzar la voz por los más pobres y desprotegidos.
The work of the Presbyterian Hunger Program is possible thanks to your gifts to One Great Hour of Sharing